El objetivo es crear un máximo de oportunidades para que el compuesto presente sus posibles formas polimórficas, hidratos/solvatos, sólidos amorfos. Este estudio consiste en numerosas pruebas de cristalización en diversas condiciones para la identificación de nuevas fases (por ejemplo: maduración, evaporación, enfriamiento, antisolvente, exposición al vapor y más). Así, el control del polimorfismo evita problemas de desarrollo tardío debido a la aparición de nuevas fases. Esto también asegura la propiedad intelectual (IP) del cliente.